El objetivo de las buenas prácticas de producción lechera es producir alimentos inocuos para el consumidor final.
La aplicación de las buenas prácticas en la elaboración de la leche comienza desde la elección del ganado, luego continúa en la extracción y finalmente en el almacenamiento. Que puede ser en centros de producción o acopio, y todas estas prácticas tienen como fin producir alimentos libres de contaminación.
Con esto, cada vez que una persona toma un vaso de leche o consume un producto lácteo puede tener la tranquilidad de que estos productos no son perjudiciales para su salud.
Debido a la importancia que tiene para el consumo, hemos realizado este artículo para que el productor pueda obtener el mayor beneficio en la producción pecuaria. Explicaremos estas buenas prácticas de producción lechera desde la dieta que deben proporcionarle al ganado hasta el destino de esta.
Etapas de la producción lechera
La producción lechera es uno de los complejos agroalimentarios más importantes en Argentina. Desde el ordeñe se origina la producción de leche de calidad, y luego la pasteurización elimina todos los gérmenes patógenos.
Lograr una alta calidad en la producción lechera implica ejecutar un riguroso y estricto plan de sanidad, que involucra a todos los animales del tambo. Esto le permitirá al tambero obtener el certificado oficial de “Rodeo Libre de Enfermedades”.
Tipos de ordeñe:
- Manual: hoy este sistema solo se da en granjas pequeñas y consiste en la extracción de leche de forma tradicional mediante presión.
- Mecánico: se da mediante máquinas especiales, que con el tiempo se han perfeccionado cada vez más. Sin dañar la ubre de la vaca y a favor de brindar mejores condiciones de higiene. Consiste en un sistema hermético de tubos por los que la leche va desde la ubre hasta un tanque de almacenamiento en frío. Tanto la extracción como el transporte de la leche se efectúan al vacío, esta forma se denomina aspiración.
Dieta para vacas lecheras de alta producción
La alimentación de las vacas lecheras de alta producción y su manejo, es un desafío para cualquier productor independientemente de las instalaciones y del tipo de alimento disponible en el mercado.
Hay razas bobinas que producen más leche que otras e incluso dentro de una misma raza habrá animales que sean más o menos productivos.
Una vaca de alta producción como la Holando Argentina es aquella que en los primeros seis meses de lactancia puede generar más de 11, 37 kilogramos de leche.
Alimentación durante el periodo preparto
Una de las principales etapas de la producción lechera es brindar una adecuada nutrición al ganado. Durante este periodo de preparto, es importante que las vacas estén en buena condición corporal para llegar al parto.
Las vacas se clasifican según la grasa acumulada en las áreas de las ancas y el lomo. Además esto posee una clasificación numérica que va de 0 a 5.
Los puntajes deben oscilar entre 3.0 a 3.75, ni muy gordas ni muy flacas. Esto les permitirá llegar de forma adecuada al parto.
La alimentación preparto permite a las vacas adaptarse a la ración de alimento que recibirán luego de dar a luz, y evitará problemas metabólicos.
El aporte de vitaminas E y A durante esta fase reducirá el estrés e incidencia en la retención de la placenta. Además un buen balance de minerales, mejora la salud y la producción de leche.
Alimentación al inicio de la lactancia
En este periodo la vaca está en un balance negativo de energía. Esto quiere decir que requieren más de la que normalmente consumen, debido a que usan estas reservas corporales en la producción de leche.
Las etapas más críticas son el parto y el pico de producción, que se da entre las 5 a 9 semanas. Y que la vaca pierda uno de estos puntos en las 6 semanas de lactancia, tiene consecuencias para su fertilidad.
Por esto es fundamental una dieta para vacas lecheras de alta producción basada en fibras y energía. Las raciones altas en energía sin una adecuada proporción de fibra conducen a problemas metabólicos.
En este periodo su alimentación debe ser balanceada y ser altamente digestible. Además requieren de un balance de proteínas combinadas con carbohidratos disponibles en el rumen.
¿Cuales son las buenas prácticas de producción lechera?
La implementación de las buenas prácticas de producción lechera, se aplica a todos. Desde el pequeño productor, hasta los productores con grandes hatos bovinos.
Los beneficios de realizar buenas prácticas en la producción de leche son:
En el productor: contribuye a su apertura en el mercado nacional e internacional. Aumenta los ingresos y fortalece la actividad.
En la población: asegura que lo que se consume no afecta a la salud y son productos inocuos.
En el sector: lo fortalece, genera una mayor demanda y apertura en el mercado.
Las buenas prácticas en la producción lechera deben implementarse en todas las fases: en la primera etapa, garantizar la correcta higiene en las instalaciones, en la rutina de ordeñe y en las maquinarias y tanques.
En una segunda etapa, se debe apuntar a la sanidad del animal con un plan de control y prevención de enfermedades y un adecuado uso de productos veterinarios.
Por último, en la tercera etapa, las buenas prácticas deben enfocarse en el ambiente. Con un buen manejo eficiente del agua, tratamiento de residuos y afluentes y finalmente el control de plagas.
Todas estas fases son procesos concomitantes que hacen al bienestar animal y favorecen al productor pecuario, evitándose pérdidas en la producción y fomentando la apertura en el mercado.
