El maíz es una de las plantas que más historia tiene en los cultivos de la humanidad. Se produce hace más de 10 mil años, comenzó a cosecharse por los pueblos precolombinos y luego llegó a Europa en el siglo XVII. Desde ahí el cultivo y consumo se ha extendido a nivel mundial.
Es tan importante el maíz en el consumo de la población, que hoy es uno de los principales productos que se producen en el país. Debido a la gran popularidad de esta planta, existen una gran cantidad de plagas y enfermedades que se han adaptado a este producto.
Al ser un cultivo de alta producción, para que se alcance su máximo potencial, el agricultor debe proteger la salud de estas plantas durante todo el ciclo de cultivo. Salvando las malezas, que aparecen muy rápido en la vida de la planta, hay plagas y patógenos que comprometen el crecimiento y la producción de maíz en diferentes etapas.
Hoy vamos a hablar sobre cuáles son las plagas y enfermedades del maíz y cómo combatirlas.
plagas y enfermedades del cultivo del maíz
Las plagas y enfermedades del maíz deben controlarse de manera eficaz en particular cuando existen condiciones de sequía como las que experimentamos hoy en el país. El periodo vegetativo del cultivo es fundamental para que el productor logre altos rendimientos.
Las plagas y enfermedades en los cultivos del maíz tienen impacto en diversos órdenes, podemos sintetizar su impacto con los efectos negativos que producen estas en el maíz:
1) Reducción de las cosechas.
2) Alteraciones en el agrosistema.
3) Desmejoramiento en la calidad.
4) Reducción en las materias primas.
5) Disminución en la producción de alimentos.
Por eso es importante que el productor maneje información actualizada y así poder implementar las mejoras tecnológicas disponibles para combatir tanto plagas como enfermedades.
Principales enfermedades y plagas del maíz
Para actuar a tiempo contra plagas y enfermedades, primero se deben conocer cuáles son las principales amenazas. A su vez, debes informarte bien respecto a los antecedentes del lote y los datos relacionados con las plagas y enfermedades de la región.
3 Plagas del maíz que existen
Algunas plagas tienen preferencia por ciclos o etapas de producción del maíz y otras la tienen durante todo el ciclo, en ambos casos son una amenaza para la salud de la planta.
Gusano cogollero u oruga militar tardía
Esta plaga prospera en escenarios de sequía y debe incluirse en un plan de control. Es un insecto común que amenaza al maíz dulce. La larva puede dañar las hojas y especialmente las mazorcas y las barbas, que son las de su preferencia. Estos daños reducen la polinización y la formación de granos, mientras que los daños en la mazorca proporcionan la infección posterior a causa de las micotoxinas.
Para controlar la plaga de maíz, gusano cogollero debe hacerse durante el periodo de incubación de los huevos o durante el periodo en el que la oruga es joven. Pero deberá generarse un seguimiento posterior a la larva eclosionada. Se pueden usar trampas de feromonas o beneficiarse de los insectos enemigos de esta plaga.
Barrenador de tallo
Es una plaga importante que ataca tanto al maíz como al sorgo. La baja de rendimiento de la producción a causa de esta plaga puede variar entre un 10 a un 20 %
El barrenador de tallo o barrenador grande del grano, puede provocar graves daños, a medida que la larva madura entre los tallos los debilita y agujerea atrofiando a las plantas.
El productor debe comenzar a inspeccionar a las plantas tres semanas después de la siembra hasta la floración. Es importante que se tomen medidas antes de que la larva ingrese a los tallos. Se pueden usar soluciones químicas y control biológico.
Gusano blanco
Dentro de las plagas del maíz el gusano blanco, es una especie que vive gran parte del año bajo tierra. En su etapa de larva se alimenta de las raíces, hasta que se transforman en escarabajos durante el verano.
Al pasar a la tercera etapa de larva es cuando exigen mayor alimentación, y este periodo es desde finales de abril a comienzos de noviembre. Siendo este periodo donde se causa más daños en los cultivos.
A diferencia de otros cereales, hay pocos insecticidas certificados para el maíz y para atacar esta plaga en el mercado.
Enfermedades del maíz
Las enfermedades del maíz son normalmente originadas por virus, bacterias y hongos. Se producen daños físicos a los cultivos que dificultan el desempeño y funciones de la planta, ocasionando finalmente que se seque. Siempre el productor debe optar por la prevención antes que los tratamientos de cura.
El carbón de la espiga
Después de 80 años esta amenaza retomó en el campo argentino. El carbón de la panoja del maíz viene manifestándose desde hace dos campañas, y las provincias afectadas son Córdoba, Santa Fé, San Luís y Bs As con un 0,5 %.
El daño que causa esta enfermedad afecta de dos maneras: reduciendo las probabilidades de que la planta genere granos y en caso de obtener alguna cosecha marginal, dicho producto tiene restricciones comerciales en algunos países.
Los factores que son propicios para la aparición de esta enfermedad son: suelos secos y altas temperaturas.
Podredumbre bacteriana
En el área afectada de la planta se comienza a notar manchas negras, luego de esto se pierde la cosecha de grano y también las espigas. Para solucionar este problema, la estrategia es la siembra de variedades resistentes y la destrucción de los rastrojos.
Tizón del maíz
Son distintas enfermedades causadas por diferentes hongos que tienen en común ocasionar lesiones alargadas de color verde grisáceo a marrón que aparecen en las hojas.
Esta enfermedad se origina en las hojas, y va subiendo hacia arriba de a poco. Se genera una reducción de las funciones normales de fotosíntesis y la disminución en el rendimiento de la planta.
Al ser una enfermedad fungicida se controla mediante la implantación de híbridos con buena tolerancia. Además, deben realizarse aplicaciones con fungicidas que combinen triazoles y estrobirulinas.
Roya del Maíz
Se manifiesta en las hojas de la planta en el punto de floración, no es fácil de combatir y se comienza a distinguir cuando aparecen manchas de aspecto rugoso y amarillento.
Para esto se recomienda el uso de triazoles, estrobilurinas y carboxamidas.
